Fabricarán en Córdoba dos aviones argentinos

Por Matias Barberia - Desarrollo y Defensa

La Fábrica de Aviones Argentinos se fijaría como prioridad la provisión de pequeñas aeronaves de carga y pasajeros para las flotas de las provincias. La base son una serie de proyectos elaborados por técnicos que trabajaron en la ex Fábrica Militar de Aviones. Con el auspicio del sindicato APTA, que encabeza el ex Director de Políticas Aerocomerciales Rodolfo Cirielli, se analizan dos familias de aparatos, mientras se negocian contratos de mantenimiento.

En Córdoba, Cristina K. anunció la estatización de la fábrica en manos de Lockheed. La saludan empleados y Ricardo Cirielli. En sus manos, una maqueta de un avión que utilizan en sus protestas. A partir del anunciado traspaso a manos del Estado de la Fábrica Argentina de Aviones de Córdoba, la empresa que pertenecía a la norteamericana Lockheed Martin tiene decidido un proceso de sustitución de importaciones de aeronaves. En plan peronista, la Fábrica tiene proyectada la producción de dos modelos de transporte livianos. La iniciativa fue desarrollada por técnicos e ingenieros del Area Material Córdoba cuando la empresa estaba en manos de la constructora de aviones norteamericana, y tiene por objetivo equipar a las flotas de las gobernaciones provinciales.

El proyecto, que fue acuñado años atrás por técnicos e ingenieros de la ex Fábrica Militar de Aviones, consiste en el desarrollo de dos familias de aviones. Una de cabotaje corto y doméstico (un Avión Liviano Multipropósito o ALM, según la jerga aeronáutica), más otra de cabotaje intermedio y carguero liviano (Avión de Transporte Liviano Regional, o ATLR).
Las variantes del ALM comprenden modelos de entre dos y 10 plazas, diseñados para funciones de taxi aéreo, sanitarias, policiales, de bomberos, fumigador, charter, correo y cargas. El ATLR, cuenta con entre 26 y 32 plazas, y fue ideado para transporte de pasajeros y carga.
Gremios. La creación de las dos líneas de producción es impulsada por la Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), uno de los gremios que protagonizaron la lucha por el control de Aerolíneas Argentinas en contra del entonces propietario Grupo Marsans, y único sindicato de la Fábrica Argentina de Aviones.

Ricardo Cirielli, secretario general de APTA, aseguró a PERFIL que el ministro de Planificación Julio De Vido y la presidenta Cristina Kirchner están al tanto de estos proyectos. “Tienen conocimiento de esto, ya que nosotros se lo propusimos y lo están analizando, porque el objetivo es recuperar la producción aeronáutica”, sostuvo Cirielli.
El martes pasado, la presidenta Cristina Kirchner encabezó un acto en la antigua Fábrica Militar de Aviones, y dio sobradas muestras de que tiene la intención de reactivar la producción aeronáutica sin importar el costo, horas después de firmar un proyecto de ley para el traspaso al Estado de las acciones de Lockheed-Martin por alrededor de $ 110 millones. La mandataria explicó que la estatización de la fábrica con 1.100 empleados responde a una oportunidad histórica para reeditar el proceso de sustitución de importaciones que llevó adelante Juan Domingo Perón en las décadas de los ’40 y ‘50.
“Esta fenomenal crisis internacional puede significar una oportunidad para una nueva sustitución de importaciones en áreas (en las que) tengamos ventajas”, celebró la presidenta. “Tenemos que volver a articular todos los pedazos que como un rompecabezas fueron desarmando, para desarmar al país de su potencial”, aseveró Cristina K, quien destacó la “voluntad inclaudicable de ser un país con autonomía y soberanía”.

La fábrica fue fundada en 1927 y llegó a emplear a 10 mil trabajadores, pero ahora apenas produce una docena de AT-63 Pampa y brinda mantenimiento a aeronaves de las Fuerzas Armadas. Pero desde el Gobierno auguran mayor actividad. La ministra de Defensa, Nilda Garré, se expresó en favor de poner a la fábrica a producir. “Hay una decisión política de apoyar e impulsar nuevamente esta industria”, dijo y agregó que en un principio “se está trabajando con Embraer en un convenio para producir partes de aviones”. También el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, celebró “el renacer de la industria aeronáutica cordobesa”.

Con todo ese respaldo, y contando con la cercanía entre Cirielli y De Vido, el sindicato APTA decidió aumentar la apuesta. “La planta industrial aeronáutica de Córdoba debe asumir de aquí en más como políticas de Estado su proyecto histórico de desarrollo, no sólo destinado al mantenimiento y reparación aeronáutica sino a la fabricación de aviones civiles y militares”, reza el texto de un comunicado sindical. Si el equilibrio de poderes dentro de la ahora llamada Fábrica Argentina de Aviones muta en favor del gremio, como sucedió con la estatización de Aerolíneas Argentinas, APTA probablemente tenga la posibilidad de imponer sus dos nuevos aviones.